La casa bipolar

Los dueños de este piso son una pareja de neerlandeses con alma Millennial. Y quizás, por esto, han tenido pocos problemas en dar al equipo de Egue y Seta “manga ancha” para combinar los estilos más opuestos, siempre que el espacio original y la vocación última de las estancias así lo requiriese. Sólo así se entiende esta ecléctica casa que levanta sobre suelos de mosaico hidráulico original y recuperado, habitaciones de un diseño, de lo contrario, enteramente contemporáneo; una vivienda que bajo sus vigas de madera y bovedilla catalana tradicional, acomoda piezas de mobiliario de rabiosa tendencia y modernidad; un piso que a lo largo y ancho de su planta típica del Ensanche barcelonés, invierte enteramente la organización del hogar tradicional para incluir habitaciones que tienen más que ver con maneras de vivir, trabajar y compartir muy actuales.

En el mismísimo centro de la vivienda, aunque no por esto su parte más oscura o interior, se ubica la habitación en suite de la pareja. Una habitación imponente, flanqueada por dos generosos patios de luz, a los que se accede a través de dos puertas balconeras que podemos abrir apenas levantarnos de la cama. Una cama que mira, sin excesivos pudores, sobre el vestíbulo de entrada a través de un jardín interno y que se apoya sobre una oscurísima pared teatral sobra la que cualquier iluminación y decoración destacan.

Una habitación enteramente escenográfica que desemboca sobre un vestidor y cuarto de baño siempre dobles donde se pueden ver dos lavabos Toulouse, que combinan el alto contraste de los revestimientos blancos, los rejuntados oscuros y las carpinterías negras con grandes reflejos provenientes de espejos y cristales texturizados.

Mención especial merece el cuarto de baño de invitados que sin renunciar a su vocación sanitaria, destaca por su evidente afán de divertir. Un baño de invitados donde está presente el lavabo New Magdalena y que oculta una bañera semicircular tras un seto de palmas y una veneciana sugerentes que dejan fluir la luz natural desde el vestíbulo, al tiempo que permiten adivinar siluetas desde el exterior.

Foto: VICUGO FOTO