Que tu baño brille con luz propia

¡Qué importante es tener buena luz en el cuarto de baño! Para un buen maquillaje o afeitarse sin tener que guiarse por el tacto, disponer de los puntos de luz adecuados es fundamental, pero no solo eso, la decoración y colores también juegan un papel fundamental en nuestra percepción. ¿Quieres saber un poco más?  

Vamos paso a paso. Lo primero, evaluemos el espacio. ¿Tu baño es grande o pequeño?, ¿tiene ventana y, por tanto, luz natural?, ¿es en suite y está escondido dentro de la habitación o luce desde el pasillo de la casa?  

Como primera norma y aunque parezca evidente, si tienes la suerte de contar con luz natural, aprovéchala al máximo y asegúrate de no obstruirla con ningún elemento. 

Elige los puntos de luz adecuados 

Ahora pensemos en las lámparas. Como recomendaciones generales, os ofrecemos 5 consejos imprescindibles para obtener un buen resultado: 

Lámparas específicas. Procura comprar luminarias especiales para el espacio del cuarto de baño, sobre todo para la zona de la ducha, donde deben ser estancas. 

Luz general y focal. Para conseguir iluminar todo el espacio de manera homogénea, utiliza dos tipos de luces, una general y otra focal que refuerce determinados puntos: lavabo, espejos, bañera… 

Equilibrio. En cuanto al número de puntos de luz generales, dependerá del tamaño de la estancia. Como orientación, se recomienda un foco por cada metro cuadrado. 

Colores. Opta por luces neutras o frías con el objetivo de encontrar una tonalidad lo más parecida posible a la que da la luz natural.  

Consumo. Decántate por los LED, dan luz sin calentarse y contribuyen a contener el consumo. También con el objetivo de optimizar el gasto, procura colocar interruptores independientes y así evitar activar más puntos de los necesarios. 

El papel de la decoración 

Como decíamos al principio, la distribución y elección del mobiliario también influyen sobre la iluminación. Como base, hay que tener en cuenta que cuando se consigue crear sensación de amplitud en los espacios, al mismo tiempo se potencia nuestra percepción de la luminosidad. 

Te dejamos algunas ideas con las que conseguir este efecto:    

  • Menos es más. En función del tamaño de la estancia, evita saturar el espacio con elementos decorativos que ocupan pero no suman. 
  • Profundidad. Mejor mampara que cortina y mejor aún puertas transparentes que con vinilos. Los cristales aumentan la sensación de profundidad y permiten que la luz se expanda por toda la superficie. 
  • Captura la luz. A falta de ventanas, atrae la luz con un buen espejo. En los baños sin iluminación natural, un espejo generoso ayuda a expandir la luz de la sala. 
  • Juega al blanco. Los colores claros son tendencia y ayudan a agrandar los espacios y reflejar las luces del baño, iluminando mejor el conjunto. Si quieres evitar un diseño muy lineal, siempre puedes combinar texturas y formas. 
  • Brilla. Los acabados y detalles metalizados, en cristal, con metacrilato y en brillo actúan de manera similar a los espejos. Introdúcelos combinados para crear un conjunto que tenga armonía. 
  • Al aire. Los lavabos sobre encimera, los muebles suspendidos y las estanterías abiertas liberan el espacio, potenciando de nuevo la luz de la estancia. 

¡La guinda! Si estás metido en una reforma y tienes un baño en suite te proponemos romper el espacio y abrir un vano acristalado, bien en la parte superior o en vertical o incluso sustituir una pared por un cristal que permita que la luz natural de la habitación se extienda también por este espacio.  

¡Adelante! Ya tienes todas las ideas que necesitas para que tu baño brille con luz propia.