Baños para dos, el placer de compartir lo cotidiano

Para un estilo vintage, moderno o sobrio, lleno de color o neutro, a la hora de diseñar un nuevo baño merece la pena plantearse el doble lavabo. No solo porque es tendencia actualmente en decoración, sino porque además, su funcionalidad para el uso diario está más que demostrada.

A tener en cuenta a la hora de tomar la decisión el número de cuartos de baño que tenga la vivienda, sus dimensiones, el uso que vaya a recibir cada uno e, importante, valorar los horarios de los distintos miembros de la familia.

Estudio: Egue y Seta | Foto: Vicugo Foto

En cuanto al tamaño de la estancia, no solo hay que valorar si físicamente es posible instalar dos lavamanos sino que lo realmente importante es que el espacio que resulte tras equipar todo el baño permita utilizarlo cómodamente por dos personas a la vez.

Además de ser tendencia en decoración, los lavamanos dobles son muy funcionales

Respecto al uso, esto depende mucho del número de baños y la dinámica del hogar. Por ejemplo, en un aseo de cortesía ubicado lejos de las habitaciones no existe, a priori, necesidad de instalar un doble lavabo. Este sistema aporta valor en aquellos que se utilizan a diario para el cuidado personal.

El número de miembros de la familia es otro punto a valorar. Para el baño principal y dado que lo habitual hoy en día es que ambos miembros de la pareja trabajen fuera de casa, si el horario de salida es próximo entre ambos, disponer de este espacio personal puede ser una auténtica gozada, además de ayudar a optimizar el tiempo. Como también lo hace en el caso de que en la vivienda haya varios niños que tengan que compartir baño. Empezar o terminar el día sin peleas por ver quien se lava la cara o los dientes primero, bien merece la pena.

The Room Studio

Pero hay razones más allá de la funcionalidad para plantearse un doble lavabo en casa. Desde el punto de vista estético, la simetría que generan dos lavamanos aporta sensación de armonía y serenidad al espacio.

Noe Prades

Una percepción que se puede acentuar o romper a través de elementos que generen más o menos independencia, como por ejemplo una encimera compartida o individual; un espejo grande o composiciones más pequeñas; y un espacio de almacenaje amplio o coquetos rincones para cada uno… Cualquier combinación será perfecta siempre que encaje con vuestros gustos y necesidades.