Conservando la tradición constructiva barcelonesa

En el vibrante barrio de Sant Antoni, en Barcelona, se encuentra una hermosa vivienda de 120m2 que ha sido transformada en un proyecto de interiorismo por el estudio MADE BCN. Con cuatro habitaciones, dos baños, cocina cerrada y un acogedor salón-comedor con acceso a una galería, este proyecto se destaca por su enfoque en preservar la forma de habitar tradicional del piso del Ensanche y resaltar los elementos existentes.

Al ingresar a la vivienda, uno se encuentra con una sensación de autenticidad y tradición constructiva barcelonesa. Los techos con molduras y rosetones, los hermosos pavimentos hidráulicos con sus variados diseños y las carpinterías originales de madera dan testimonio de la historia que se respira en cada rincón. MADE BCN tomó la decisión indiscutible de conservar y reaprovechar al máximo estos elementos, convirtiéndolos en el protagonista del diseño.

El enfoque del proyecto consistió en realizar pequeñas pero significativas intervenciones en cada uno de los espacios y rincones de la vivienda. La cocina, por ejemplo, se integró en el largo pasillo de distribución, dinamizándolo y dotándolo de una sensación de amplitud visual. Los materiales elegidos para esta nueva incorporación se adaptaron armoniosamente a los existentes, sin generar conflictos.

Una de las modificaciones más destacadas fue la eliminación de un tabique que separaba el dormitorio del salón-comedor. Esta decisión permitió crear un espacio único y luminoso, iluminado por la galería de la fachada posterior. A pesar de esta intervención, se mantuvo la integridad y coherencia inicial de la vivienda, preservando su valor arquitectónico. El resultado es un ambiente acogedor y funcional, donde los límites entre las diferentes áreas se desvanecen.

El proyecto de interiorismo logra una máxima funcionalidad sin desvirtuar la configuración original de la vivienda. El baño es uno de los espacios que más se ha adaptado, cada elemento nuevo, como el lavabo Dinan, se integra cuidadosamente en el entorno. No compromete la esencia, ni la historia de la vivienda.

Este proyecto es un testimonio del valor del diseño interior como medio para conectar el pasado y el presente, creando un hogar que honra su pasado y, al mismo tiempo, se adapta a las necesidades modernas.